Un día un niño llamado Pablo estaba hablando con su amigo Juan en la puerta de su colegio. Al poco rato de estar allí pasaron unos niños que iban a jugar al baloncesto al patio del colegio; estos niños le preguntaron a Pablo que si quería jugar con ellos, Pablo se puso muy contento pero enseguida se dio cuenta de que su amigo Juan no estaba tan contento como él, no le habían preguntado si él quería jugar.
Pablo les dijo que si jugaría con ellos pero que también jugaría su amigo Juan, que era muy bueno jugando al fútbol y también al baloncesto.
El grupo de niños después de pensarlo un poco decidieron que sí jugarían todos juntos y pasarían una tarde muy divertida y entretenida. Y así fue.
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