Un viaje a Sierra Nevada es extraordinario. Mejor empiezo por el principio.
1º Nos recibió una monitora, nos repartió los forfait y nos llevó para que nos dieran los esquíes, tablas, botas y palos o bastones.
2º Cuando lo teníamos todo, fuimos al telecabina Al-Ándalús que nos llevó a las pistas.
3º Cuando llegamos arriba, subimos por una cinta donde al final de ella nos esperaban unos monitores que nos enseñaron a ponernos los esquíes, a levantarnos, a frenar y, como no, a esquiar.
4º Tuvimos clase hasta las dos y después una hora y media para comer,esquiar por donde quisiéramos e ir al baño.
Bueno, así es un día en Sierra Nevada, como veis nunca descansamos de aprender.
Espero que algún día vayáis.
Adiós.
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